Por este medio quiero externar mi opinión sobre el paro de labores (académicas, administrativas, culturales y deportivas) de la Universidad Pedagógica Nacional, que desde el pasado 6 de agosto mantiene cerradas las instalaciones de la unidad Ajusco. Primero dejo muy claro que no apoyo, ni estoy en contra de ningún sector, ni autoridades, ni trabajadores; como estudiante sólo quiero la solución del conflicto para el pronto regreso a clases, sin que se violente ningún acuerdo firmado anteriormente y que se cumpla con lo estipulado, tal como lo exigen los trabajadores. Pero como estudiante lo que les pido tanto a autoridades, principalmente, como a trabajadores es una pronta solución para poder ejercer nuestro derecho a la educación.
También es importante mencionar que es indispensable que nuestra casa de estudios reinicie actividades para conformar vínculos de enlace con otras instituciones de enseñanza superior y discutir el futuro de nuestra universidad, y de la educación en general en el país, ya que con las reformas a la educación propuesta por Elba Esther Gordillo se pretende acabar con las escuelas normales para crear instituciones especializadas en formar técnicos en turismo y que además pretende terminar con toda una tradición histórica de enseñanza y formación cívica del país.
No hay que dejar pasar por alto que dentro de esa reforma neoliberal también se encuentra en el camino la UPN formadora de grandes pedagogos, docentes, catedráticos y especialistas en educación. Hoy que se aproxima su 30 aniversario es indispensable defenderla para evitar su desaparición y la de las hermanas Escuelas Normales del país.
Roberto Rojas López, sociología de la educación, 5° semestre, turno vespertino.
tomado de http://www.jornada.unam.mx/2008/08/28/index.php?section=opinion&article=002a2cor
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